La corresponsabilidad familiar es un pilar fundamental en la crianza de los hijos y en la construcción de familias saludables y equitativas. En un mundo donde los roles tradicionales de género están siendo cuestionados y redefinidos, es fundamental reflexionar sobre la importancia de compartir las responsabilidades parentales de manera equitativa entre padres y madres.
La igualdad empieza en casa
No tiene sentido hablar de que el papá ayuda a la mamá en casa. No se trata de ayudar, sino de que ambos colaboren. La corresponsabilidad implica que tanto la madre como el padre asuman responsabilidades equitativas en la crianza y el cuidado de los hijos. Hablamos de colaborar en las tareas diarias, como cambiar pañales, preparar comidas y resto de tareas del hogar, pero también de estar presentes emocionalmente, ser modelos a seguir y tomar decisiones conjuntas que afecten a la vida de la familia.
Además de ayudar a fortalecer la relación de pareja, al favorecer la comunicación y el respeto mutuo, la corresponsabilidad sirve de buen ejemplo para los hijos. Cuando vean que mamá y papá se reparten las tareas en casa, comprenderán e interiorizarán que la mejor forma de hacer las cosas es en igualdad. Y, cuando crezcan, continuarán el ejemplo en sus relaciones y familias.
Sin embargo, lograr una verdadera corresponsabilidad en la crianza no siempre es fácil. Muchas veces, las expectativas sociales y culturales, así como los roles de género arraigados, pueden dificultar la igualdad en la distribución de las responsabilidades parentales. Es importante reconocer y desafiar estos patrones, fomentando una cultura familiar basada en el respeto mutuo, la flexibilidad y la colaboración.
Tips para una buena corresponsabilidad familiar
- Estableced un calendario de reparto de tareas. Puede que repartir las tareas al 50% no sea del todo realista, pero un calendario puede hacer que os organicéis mejor: quién recoge qué día a los niños del colegio, quién hace la compra, quién los acuesta… para que no todo recaiga siempre en la misma persona.
- Hablad sobre lo que significa el reparto de tareas. Si sientes que tu pareja no colabora o no se implica lo suficiente, lo mejor es que hables con ella y le expliques cómo te sientes. Es importante tener esta conversación en un momento tranquilo para que podáis entenderos y encontrar soluciones juntos.
- Evitad la culpa y echaros cosas en cara. Se trata de expresar los sentimientos con sinceridad para mejorar la relación. Pero es necesario contar siempre con el apoyo de tu pareja, porque las circunstancias pueden cambiar en cualquier momento. Hay que saber adaptarse a lo que venga, estar para el otro y luchar para que todo vaya bien, en especial respecto al cuidado de los hijos.
En resumen, aplicar la corresponsabilidad familiar en casa es un ejercicio muy positivo para formar familias fuertes, unidas y saludables. Al trabajar juntos para criar a nuestros hijos de manera equitativa y consciente, no solo estamos apostando por su bienestar y desarrollo, sino que contribuimos a promover la igualdad de oportunidades y la construcción de un mundo más justo tanto en el hogar como en la sociedad en general.
